¿Cómo ha empezado tu interés por la fotografía?

Mi primera cámara, que fue digital de 0,7 Mpx, vino con un pack promocional de Internet allá por Septiembre del 2003. Fue ahí cuando empecé a hacer fotos compulsivamente de la gente y las cosas que me rodeaban. Ello, unido a mi pasión por los ordenadores, me hicieron empezar incluso con los programas de edición y retoque fotográfico. La técnica, entonces, era nula, pero como mi interés por la fotografía fue aumentando, no tardé mucho en comprarme una cámara mejor para ir aprendiendo. Podría decir que el interés por la fotografía me fue aumentando a medida que pasaban los años. Pasé de hacer fotos por puro ocio: fiestas, comidas y quedadas, a dedicarme por exclusiva al placer por la fotografía; al placer del resultado, de la foto bien hecha. En la actualidad mi archivo fotográfico roza las 50.000 fotos, así que he tenido muchos disparos para aprender con cada una de ellas.

Entre tus fotos hay muchos autorretratos. Casi se podría decir que eres el personaje principal de tus ficciones… ¿Hasta qué punto te ves así?

En efecto, aparezco como parte fundamental en mi fotografía y, por ello, he conseguido llegar a donde me encuentro en la actualidad. Sé que no solo es la fotografía hecha por mi lo que cuenta, sino también yo como parte de la fotografía. Es el conjunto de mi obra lo que la hace atractiva. Pero no es el motivo por el cuál empezara a hacerlo así. Me llevó a ello un proyecto que es bastante común en Flickr que se llama “365 days”. Lo empecé por el hecho de aprender, tanto como modelo como fotógrafo. Es un proyecto de superación personal. Di todo lo que pude y al final el resultado fue mejor de lo esperado. Conseguí, en un año, poco más de mil seguidores nuevos y unas 200.000 visualizaciones más miles re reblogs en tumblr y en otros lugares. Vendí una foto, que después formó parte de una polémica en Flickr y aprendí y mejoré tanto como fotógrafo como modelo. Conseguí mi meta con creces. Y sí, hasta el año pasado era el personaje principal de mis ficciones. Pero poco después de finalizar el proyecto 365 y dar capretazo a otro muy parecido (llamado “52 weeks”, una foto cada semana durante un año), decidí profundizar no solo en autoretratos, sino en fotografía un poco más general, ahondando en las retratos. Trabajar con otras personas es todo un reto.

Una de las cosas que la edición digital te permite es hacer aparecer el tema del doble de una forma muy explícita. Te buscas a ti mismo, intentas besarte, te seduces… ¿Te consideras un narciso?

Si lo comprendemos desde el punto de vista de amor a uno mismo, sí, me considero narciso o narcisista en este caso. Creo que querese a uno mismo es parte de la clave para comprenderse. Esa máxima a la que uno aspira: saber quién es en realidad. Aceptarme y estimarme son dos pasos para mi necesarios. ¿Hasta qué punto llego con esto? Bueno, quizá pueda parecer que llego muy lejos, pero en parte también lo hago por mi público, así que no me centro solo en mi, sino en lo que otros quieren ver.

Además de esos efectos de duplicación de tu cuerpo en la fotografía, ¿qué otras cosas te aporta la fotografía digital que te gusten como efectos posibles?

Legué a pensar en crear escenarios realistas en 3D para ampliar las posibilidades de la fotografía más allá de la foto en sí, pero desistí por falta de tiempo. ¡Si hacer una foto editada digitalmente me puede llevar 5 horas, ni quisiera imaginarme qué debe ser hacer todo un escenario 3D y renderizarlo! Esto me demuestra, una vez más, que no hay límites y, ¿quién sabe qué posibilidades me dará mañana?

Hay por lo menos dos representaciones de ti como si estuvieras muerto con los ojos abiertos, y algunas apareciendo debajo de la cama, como un fantasma; otras veces tu cuerpo aparece seccionado, dividido. ¿Cómo entiendes este imaginario de fantasmas, espejismos, muertos que no lo son?

Me gusta decir que el cuerpo, tal y como lo conocemos, ya ha quedado desfasado. Creo que esto es un post-cuerpo. Algo más a lo que fotografiar. Me he cansado de los típicos retratos y de las típicas composiciones. Ya está todo visto. La fotografía va mucho más allá de lo que nos han enseñado. La muerte también es bella, o el sufrimiento o la angustia. Lo único que no me parece bonito es que alguien sufra en el proceso. Sino, el resultado no es poético, solo la realidad. Es una de las cosas que me gustan a la hora de retratar un suicidio o una muerte. Entonces, comprendo todos los tipos de manifestaciones, humores y composiciones, como parte de mi trabajo. Me gusta escenificarlo todo, porque forman parte de la vida y de la estética que he creado.

¿Quieres hablar un poco de la puesta en escena? La mayoría de tus fotos parecen ajenas a la espontaneidad, y quizás eso precisamente las hace tan atractivas.

Sí, mis fotos son en su mayoría preparadas. Pero tampoco me lleva mucho tiempo hacerlo. Paso más tiempo en el qué que en montar la escena. Aún así, el proceso creativo varía dependiendo del día. Unos días pienso en algo y con la cámara le doy forma. Otros, en cambio, busco la foto con la cámara y con los objetos que me rodean. Y siempre intento buscar diferentes composiciones de una misma idea.

Si algo aprendí durante mi proyecto 365 es que las ideas no siempre te llegan y que si vas a trabajar en algo que requiere una constancia, como pueda ser una foto diferente cada día, requieres una forma diferente de trabajar. El hecho de tener que pensar y trabajar en algo nuevo y diferente cada día era muy agotador. Consumía todo el tiempo, pero el resultado era casi siempre satisfactorio. Obviamente, no puedes dar lo mejor de ti todos los días de tu vida, pero sí que se puede mantener cierta constancia, humor e ironía en las fotos. Hacer sonreir a la gente con mis fotos era uno de los propósitos y, así, es como mejor funcionaba la inspiración. Sabía que había gente que miraba cada día la galería en busca de la foto del día y, con ello, una sonrisa.

Jiuck, me gustaría que contaras la historia de Unicorn’s Fiesta Party.

Unicorn’s Fiesta Party nació de demostrar que vivir de lo que te gusta y hacer humor es posible. Todo comenzó cuando un amigo organizó un festival de cortos caseros y decidimos participar. El resultado fue tan bueno, que quisimos subirlo a Youtube y ver cómo respondía la gente. Pensamos tanto estrategias de márketing, como de guión, personajes, escena, edición, … Todo. No se nos escapaba nada a la planificación y a la organización y funcionaba. Pero si algo aprendí es que compartir casi 24 horas al día con tu compañero de trabajo, que es tu mejor amigo y que vive en tu misma casa, al final puede acabar mal.

En el plano personal doy gracias a haber hecho un proyecto de este tipo. He aprendido todas las bases de una microproductora y también logramos llevar adelante un corto por semana, lo que requiere un gran esfuerzo. Al final, se trata de empezar e ir depurando el método de producción hasta que el tiempo invertido/calidad sea 1. Entonces, el trabajo realizado se siente bien recompensado.

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Finalmente… ¿En qué estás trabajando actualmente? ¿Tienes previstas colaboraciones u otros proyectos en un futuro próximo?

Actualmente estoy haciendo una serie de fotografía llamada Mapping the Human Body en la que quiero crear una explosion del cuerpo humano. Alargarlo, multiplicarlo y replicarlo hasta límites insospechados. Actualmente solo tengo una muestra de por dónde quiero que vayan los tiros en la serie, pero se puede ver que va a ser compleja. Además, estoy en búsqueda de modelos que se atrevan a ser multiplicados. Así que ya sabes, si te atreves a que moldee tu cuerpo con la fotografía, estás a tiempo.

Otro proyecto es un documental que estoy filmando en estos momentos. Trata sobre conocer dónde está el límite social y el individual, la creatividad, la espontaniedad y ando buscando la respuesta parcial a una pregunta existencialista que se plantea en otro documental [Into Eternity: A Film for the Future (2010)]. Pretendo presentarlo a concursos y lo más seguro es que, como casi todos mis trabajos salga bajo una licencia CC BY-NC-SA.