Republicado desde Pornoterrorismo.com
Hace tiempo que tengo en mi cuarto de baño lecturas diversas. Casi siempre eran fanzines, un suplemento de periódico atrasado, algo de poesía impresa o fotocopiada. De pequeña me gustaba leer las etiquetas de los productos del baño que estaban a mano. Aún lo sigo haciendo cuando voy a cagar a casas ajenas.
Pero ahora esas lecturas se han sofisticado un poco. Supongo que tiene que ver mucho con el agua de Barcelona, que produce efectos peculiares en mis intestinos, y me obliga a estar sentada en el trono blanco durante al menos 10 minutos diarios. Lo de las etiquetas da a lo sumo para un minuto de lectura.
Gracias al maravilloso legado de Anagal, ahora cago con: Ubú Rey (que ha sufrido un pequeño desperfecto relacionado con la escobilla del wc), Maravilloso (texto de Israel Granada y fabulosa entrevista a Foucault),Declaración de la selva Lacandona (este es increíblemente laxante, no sé por qué), El deshonor de los poetas, El imperio pasaporti, Palabras a Otro de Duchamp, y para completar la colección Desobediencia civil y otros escritos de Thoreau (editado por Público) y, he aquí, la recientemente joya de la corona: Manifiesto Dada. Éste último ha sido objeto de mi indiferencia hasta hace un par de días. Supongo que cada vez que lo abría se me cortaba la cagada o algo así, se me cerraba el culo con tanta cosa incomprensible, irrazonable.
Y tras múltiples lecturas, de arriba a abajo, de derecha a derecha, alrevés, con los ojos cerrados, con el ojete abierto creo que… no he comprendido dada, dada de dada.
Pero dejo un extracto, que podría ser el texto completo:
Dada no es una doctrina para poner en práctica: Dada, en realidad, es un asunto que marcha bien. Dada contrae deudas y no vive en su colchón. Los acumuladores de castillos de arte empiezan a inflar sus grandes barrigas llegando, en su oronda redondez, a formas que podrían ser Dada. El buen Dios creó una lengua universal: LO COMPRO, es por eso que no se la toma en serio. Una lengua es una utopía. Dios puede permitirse no tener éxito: Dada también. Pero los tristes coleccionistas de lo muerto no. Es por ello que los críticos dicen: Dada es un lujo, o Dada está en celo. Dios es un lujo, o Dios está en celo. ¿Quién tiene razón: Dios, Dada o la crítica?
- “Usted debería” – me dice un encantador lector.
- ¡Qué va! Tan solo quería llegar a la conclusión: Suscríbase a Dada, el único Préstamo que no rinde nada, acumule capital-mierda para luego gritar airadamente que el dinero ha muerto.