Tres poemas de Fernando Echevarría
Iluminarse el análisis
detrás de cada sombra de la pupila
desempaña la base
de ver. Y ver culmina
en el orden luminoso por donde las manos se hacen
inteligencia que desliza
y arde casi
en el material que surge análisis
de la ciencia divina.
(La base y el timbre, 1974)
4ª lección (de epistemología)
Ver es la ciencia. Y transparencia la edad
que el análisis en el uso acentúa.
Transparencia de ver cuánto se evade
cruzándose en la paz, que perpetúa
el relámpago en su densidad
y el pliegue del relámpago en la suya.
Y la transparencia se destrenza análisis,
o cimbro luminoso que usufructúa,
en el repente real, la analogía
vibrando lisa en base gloriosa.
Y envejecer se enciende. Reposa
como si ver fuera ventana fría
por donde pasa cuanto pasó o iba
encenderse en la punta de una rosa.
(Introducción a la filosofía, 1981)
Danza
El aura de lo que piensas circunscribe
el movimiento con qué vas entrando
por ese mundo de eficacia leve
que dice tu cuerpo doloroso cuando
estar nosotros viéndolo desplazarse
lo viste de ese vagar en qué el fulgor
atañe, tras su palidez celeste,
de esfinge el enigmático terror.
E ir tú entrando e irte moviendo
entre fundas orquestales molestias
sublima el nombre dulce que va siendo
tu cuerpo sucesivo. Y las bestias
rondan el ritmo en qué la sinfonía
en el bosque se expande por la ombría.
(Uso de penumbra, 1995)