El mapa de ilatencia es una representación abierta que, en situación de análisis, podría determinarse parcialmente como un grafo que responde a la estructura de la demanda de análisis.♠ El mapa es el objeto, es decir, lo que está delante del proceso de mapeamiento, no necesariamente como resultante y para nada como resultado definitivo o definitorio por exclusión. Un mapa es un texto de complejidad muy variable pero no tan suficientemente determinado como para admitir una lectura unívoca ni tan indeterminado que no fuera legible su anverso. Si se quiere, ese anverso es el primer verso de un poema, ese verso que es la respuesta inicial a una demanda de escritura. Ese anverso es lo que es legible en el mapa, luego colegible. Y de esa collecta, que es otra forma de decir cosecha, resulta la colección de efectos de significantes que es el ritmo mismo del análisis.
El mismo significante colección remite tanto a un conjunto determinado de objetos como al proceso de coligirlos: acumularlos, comprenderlos en una serie, aunarlos, tomarles algún sentido (coligir también significa inferir, que es una operación lógica, discursiva). Uno de los primeros objetos que se colige es la demanda de análisis; en definitiva, se trata del primero que permite reconocer un sentido del proceso de colección y por tanto darle una orientación metodológica a la intervención clínica en un análisis concreto. Intervención tiene aquí el sentido exacto de aquello sin el que la respuesta no lo es verdaderamente porque no está sostenida por un enunciado, corte u otro tipo de intervención, precisamente, que la provoca o enmarca.
Lo que se lee en el anverso del mapa es la respuesta a una demanda de escritura. La intervención clínica tiene como tarea la buena formulación que sostenga la responsabilidad del sujeto que se actúa en la consciencia del carácter de respuesta de su discurso. ¿Respuesta a qué? Eso es lo que hay que leer, pues, lo que está por leer, lo que es latente y por eso nombra como ilatencia a la cara del mapa que se revela a quien pueda observarlo.
El mapa de ilatencia sería, en la situación de análisis, el grafo que a la vez escribe y permite decriptar un segmento del discurso verbal o de la escenificación corporal que significa una demanda específica (recortada de un deseo) y singular (propia de un sujeto). Para una hermenéutica negativa, esa decriptación toma como referencia de la topología el movimiento negativo al sugerido por la figura del mapa de recubrimiento en cuanto grafo de una función sobreyectiva.
Lo negativo de ese movimiento es índice preciso y sutil de un aspecto fundamental de la estructura del sujeto en análisis en cuanto se pone en escena al manifestar bajo forma de una respuesta sin pregunta, una demanda específica.
♠ La ilatencia es la forma como Heidegger entiende el griego aletheia en su seminario sobre Parménides y Heráclito, según la traducción al catalán propuesta por Manuel Carbonell (il·latència).